Un crimen que conmocionó a Chile: el primer caso documentado de canibalismo en la historia de nuestro país.
Hace algunos meses, en la comuna de Pudahuel, región metropolitana, se destapó una tragedia sin precedentes. Bernarda Morales y su pareja, Arturo, se les quitó la vida el 15 de septiembre de 2023. Sus restos aparecieron el 8 de noviembre del mismo año, cerca de la Ruta 68, enterrados y con signos de desmembramiento.
El principal sospechoso es Benjamín Bordillo Catrimán, quien ahora enfrenta cargos por secuestro y muerte. Según testimonios y pruebas forenses, las víctimas habrían sido sometidas a torturas y posteriormente descuartizadas con herramientas como un serrucho. Algunas partes del cuerpo fueron calcinadas. Una vecina declaró haber presenciado cómo se prepararon «dos asados», uno de los cuales incluiría restos humanos.
La investigación, liderada por la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, dio un giro escalofriante tras una llamada telefónica donde uno de los involucrados relata detalles clave. Familiares de Bernarda terminaron excavando para recuperar sus restos, en una escena desgarradora.
Este caso ha dejado al descubierto la necesidad de fortalecer mecanismos de alerta temprana, protección a comunidades vulnerables y una justicia más ágil frente a patrones de violencia extrema.
No se trata solo de un hecho aislado: es un llamado a reflexionar sobre cómo prevenir el avance de la violencia en nuestros barrios antes de que llegue a extremos irreversibles.
Cuatro personas están formalizadas. El principal imputado enfrenta prisión perpetua. Camila, pareja de Bordillo y sobrina de una de las víctimas, arriesga hasta 10 años por ser menor de edad al momento de los hechos.